|
AVENIDA DEL RÍO CERETÉ - CÓRDOBA Fotografía tomada en abril de 2015 |
LA ÑATA DEL VENTORRO
(Poema criollo)
Por: Nabonazar Cogollo Ayala
Allá
por la finca vieja
Donde
crecí de pequeño
Ahora
quiero contarles
Historias
que yo recuerdo.
Cerca
de la finca había
En
el camino más viejo…
El
ventorro de Juanita
La
que vendía caramelos.
-¿Y eso dónde quedaba?
-En el Cereté más bello…
Más no por su casco urbano
Sino en Los cañitos, viejo.
En
cada tarde yo iba
A
comprar el confitero…
Y
Juana Sánchez vendía
Amable
y con mucho esmero.
La
tienda que era bien grande
Tenía
un techo de alero
Y
una reja de madera
Y
bancas de gris concreto.
-¡Me venden arrancamuelas!
-¡Ya voy que volar no puedo!
Gritaban
de adentro fuerte
Con
voces de desespero.
-¡Despachen que quiero avena!
¡Despachen que gas yo llevo!
Despachen, despachen, Juana
Que todo lo compro nuevo.
A veces vende en la tienda
José
Gregorio el chicuelo,
El
hijo menor de Juana
Con
quien a veces yo juego.
Mas
otras vende la ñata
Rosa
Isabel la recuerdo,
Es
hija mayor de Juana
Y
es ñata de nacimiento.
Una
noche con Ramona
La
cocinera del pueblo
De
Severá, que es vecino
De
Los Cañitos al medio.
Fuimos
a beber gaseosa
Allá
al ventorrillo viejo…
Ramona
que es burletera
A
todo saca gracejo.
Y
dice la cocinera…
-Un pintauñas yo quiero:
¿Cuánto vale el pintauñas?
Que aquí yo traje dinero.
La
ñata con muchas ganas
Responde
sacando pecho:
-¡Edso a ti ted cuedta sdteinta!
¡Sdteinta ted vale edso!
Ramona
suelta la risa
Se
carcajea por derecho…
La
ñata la mira raro
Y
le repite aquel precio.
-¡Es ciedto, no ted me budles!
Qued vadle sdteinta, pod ciedto.
-Sí, sí, ya tú me dijiste
Tranquila que yo te entiendo.
Y
sigue su burla recia
El
rostro de Rosa es serio.
¡Ramona,
mi Ramonita
Que
a todo saca gracejo!
Al
fin compró pintauñas
Y
vino de allá sonriendo,
Y
burla que burla sigue
Toda
la semana riendo.
La
tienda que fue ventorro
La
de Juanita recuerdo…
¡Hoy
ni siquiera ya existe
La
casa del viejo alero!
El
tiempo todo lo traga
Los
años pasaron luengos…
Y
mi niñez en la estancia
Recuerdo,
que ya soy viejo.
La
ñata… ¿qué fue de ella?
No
sé pero hoy la recuerdo…
Vendía
con su risa fresca
Pirulos
y caramelos.
El
Cereté de mis días
De
niño, yo lo recuerdo
Pervive
como una aureola
Dorada
entre mis ensueños.
¡Que
Dios te bendiga tierra!
¡La
casa de mis ancestros!
Que
yo mientras tanto canto
En
versos mis sentimientos.
Madrid
(Cundinamarca)
Agosto
17 de 2015
|
CAMINO VEREDAL DE CERETÉ CÓRDOBA - COLOMBIA |