SI VAS A CERETÉ
(Poema)
Por:
Nabonazar Cogollo Ayala
Si
vas a Cereté con el alma entre recuerdos
Si
vas a aquella tierra donde aflora la añoranza…
Te
encargo que les des mis besos tibios en tu andanza
A
aquellos sitios mágicos de ritmos siempre lerdos.
Salúdame
la plaza del mercado que era viejo
Seguro
ya no existe ni su bonga en lontananza…
El
árbol majestuoso era un crisol de la esperanza
A
orillas de aquel caño serpenteante como un rejo.
El
viejo Metoquina en el mercado ya no existe
Tampoco
está la Puya vendedora de pescado…
El
grito del cañero un remolino lo ha olvidado,
El
caño no se muere, aunque delgado se resiste.
En
las proximidades de la bonga legendaria
Había
una casa vieja que llamaban palomera;
Era
de los García y su estructura lisonjera
¡Venía
de Cartagena con su antigua indumentaria!
Si
no es mucha molestia tráeme un poco de la tierra
Sagrada
del costado junto al viejo Club Campestre…
Allí
jugué de niño simulando un viaje ecuestre
¡En
un viejo columpio que en el alma se me aferra!
Saluda
de mi parte a la calleja de las flores
Y
en el Parque Nariño dale un beso omnipresente…
A
las torres frontales de la iglesia de mi gente
Donde
estaba el reloj que campaneaba entre fulgores.
Del
Parque en un costado había una casa hecha de tabla
¡Recuerdo
su fachada cual casona macondiana!
Con
grandes ventanales y buhardilla calentana
¡Era
un palacio eterno del que hoy ya nadie te habla!
Del
centro junto al caño principiando el viejo puente
Saluda
de mi parte a las curtidas fritangueras…
¡Quizá
ninguna quede! Sus manjares de otras
eras
Perdieron
la batalla contra el tal perro caliente.
Le
compras de mi parte a Deyanira un quibbe rico,
De
aquellos que trajeron comenzando el siglo veinte;
Los
turcos a esa tierra ganadera y complaciente
Cuando
de su nación solo quedara un valle y pico.
Y
luego si tu tiempo lo permite, desde luego,
Les
llevas de mi parte un ramillete al cementerio;
A
aquellos que marcharon al celeste planisferio
Dejándome
en el alma la nostalgia que hoy repliego.
Eleva
una plegaria por el Nabo y por Consuelo,
Mi
madre sacrosanta y tantos otros familiares:
¡Perviven
sus recuerdos en mi espíritu a millares!
Igual
que resucitan las historias del abuelo.
Amigo
caminante quizás mucho yo he abusado
De
tu condescendencia al encargarte todo eso…
Mas
dale de mi parte a Cereté un fraterno beso
¡Y
dile que este hijo en la distancia la ha llorado!
Si
muero un día cualquiera quiero que en mi sepultura
Arrojen
un puñado de la tierra cereteana…
Al
tiempo que una banda de mi espléndida sabana
¡Despide
mi existencia con su nota clara y pura!
Madrid – Cundinamarca
Octubre 17 de 2020