SOL OMNIBUS LUCET

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lunes, 28 de diciembre de 2020

CERETÉ (Poema)

CERETÉ

(Poema)

 

En una tierra rica dorada por los rayos

Del sol en las praderas, cual límpido fanal.

Nació mi ser un día, al son de los cantares

De nítidos turpiales de acento celestial.

 

Besada por las aguas del río de los zenúes,

Amada por el viento que canta en su solar.

Mi tierra se levanta aromada por las flores

De mágicos colores que invitan a soñar.

 

Su suelo fue mi cuna, las garzas en el aire

Jugaron con  los rayos del sol canicular.

Y yo aprendí su acento de airosos arrozales

Y entre los pastizales fui libre al retozar.

 

Fui libre como el potro que mide las llanuras

Corriendo inalcanzable con rítmico compás.

Fui grande cual la bonga que eleva sus ramajes

De límpidos follajes, al cielo de amplia faz.

 

De los algodonales moteados de alba plata

En un fondo de verde esmeralda como el mar.

Mi alma se hizo un mundo de amor a los cultivos

Que trajo sus olivos de paz a mi solar.

 

La sangre de los indios zenúes bulle y palpita

En mis fecundas venas de vocación audaz.

No temo a desafíos, valientes mis abuelos

Forjaron derroteros que me hacen más capaz.

 

Del suelo nutro el alma de mi vivir austero

Yo adoro los fulgores del sol al alborear.

Pues ellos me hacen libre y amante del trabajo

Doquiera esté mi brazo que es fuerte al laborar.

 

De Té, el cacique fiero que dio su ser bravío

Luchando contra España y sus huestes de ultramar.

Yo llevo el alto nombre de ser su nuevo hermano,

¡Pues soy un cereteano orgulloso de mi hogar!

 

La lengua de Castilla y las gotas de su sangre

También en mí palpitan pues soy renuevo y más.

De razas arrogantes que dieron a sus mundos

Honor, sentir profundo y alientos al luchar.

 

¡Arriba cereteanos! ¡Vayamos adelante!

Que el cielo nos cobija risueño en su cantar.

Progreso es la alta meta que habremos de labrarnos,

Con gloria en el trabajo, justicia y libertad.

 

La Virgen la Señora de eterna Candelaria

Nos grita ¡Bravos hijos!, arriba sin tardar!

Que ustedes son renuevos de aquellos que un instante

Sus vidas desafiantes las dieron al luchar.

 

Calzados con la abarca de múltiple puntada,

Luciendo el fiel sombrero de vueltas sin parar.

Cantando a Gómez Jattin, Rafael Grandett  nos manda

¡Marchemos por la Patria dispuestos a triunfar!

 

Nabonazar Cogollo Ayala

Febrero 9 de 2003