VIRGEN DE LA CANDELARIA
(oda)
Por: Nabonazar Cogollo Ayala
Virgen
bendecida, preciosa señora,
Que
llegaste un día a la tierra sinuana;
Te
trajo Francisca a la faz cereteana
Por
el caño Bugre en canoa pescadora.
Cuando
los indígenas vieron la prora
De
la embarcación bajo luz soberana;
Cayeron
en tierra llamándote hermana:
¡Mi
señora Tai, celestial pescadora!
¡Llegas
a tu casa materna hacedora!
¡Cargando
al pequeño cacique que hermana
Todos
estos tambos de pesca ribana
En
esa bodega que es casa rectora.
¡Bienvenida
Tai, madre buena y dadora
Del
fiel bastimento, con luz que dimana,
De
tu rostro puro, matrona secana…
¡Como
un faro eterno, gloriosa señora!
Hubo
sincretismo y te uniste en su hora
A
los cultos propios del alma sinuana;
Te
ofrecieron cantos de lúgubre rana,
Tambores
sonoros y fe bailadora.
Pasaron
los años, divina pastora,
Luego
tus candelas de brillo y de grana;
Cambiaron
jesuitas en cierta mañana
¡Por
el culto a Antonio de Padua el que ora!
El
pueblo se opuso y con fe defensora
Siguieron
amando tu imagen que sana;
¡Virgen
casta y pura, virgen cereteana!
¡Desde
entonces eres patrona y señora!
Febrero
2 de 2025
