EL CANTO DEL MARTINERO
Yo soy de Martínez, la tierra
bonita
Donde resucita la historia de
ayer;
El caño refresca su suelo y
agita
La brisa el sombrero zenú de
mi ser.
El alma ancestral en mi pecho
palpita
Con sangre de abuelo de
eterno saber;
Mi espíritu todo en sus
campos le grita:
¡Te quiero, Martínez, con
limpio querer!
Mi madre es bollera y me crió
entre maizales,
Mi padre es de rula, angarilla,
azadón;
Aquí conocí los más bellos
paisajes
Bebí leche pura en aquel
corralón.
Los pájaros dieron su canto
en mi cuna
También la cotorra me dio
bendición;
Andando en canoa pesqué la
fortuna
Que dio el bocachico a mi recio
fogón.
Con el guapirreo y la décima
vieja
Se alegra mi alma en la
diaria labor;
El canto vaquero en el viaje
refleja
Gentil sentimiento en mi fiel
corazón.
¡Yo soy martinero! Corea la trompeta
Mientras las parejas bailando
su son;
En nuestro fandango de rueda
completa
Le dan a la patria nuestra
tradición.
¡Yo soy martinero!, mi espíritu canta
Con recia garganta en el amplio
playón;
La chicha del bollo las penas
espanta,
Mi pecho se agranda al sonar
mi canción.
A mi enamorada le llevo mis
versos
Ante su ventana que escucha
mi voz;
¡Un día mis hijos serán herederos
De amor martinero por gracia
de Dios!
Autor: Nabonazar Cogollo Ayala
Agosto 18 de 2024